Voy a llenarme de ti,
con la fuerza de tus brazos,
con la miel que hay en tus labios,
con el diario convivir;
me tatuaré tu perfil
en el lugar más sagrado,
y dejaré que tus manos
me acaricien hasta el fin;
nos mantendremos reunidos,
no nos podrán separar,
recorreremos caminos
desde aquí hasta la eternidad:
ese infinito cariño
que por siempre quedará...