Todo está fuera como inerte esperando
mi sentencia de viernes sobre el barro
extasiado ya sin fin,
y en plena debacle a esto lo llamo
existir del mundo aparte,
sin que me miren irme al fondo
de mil situaciones inestables,
puesto el foco en todo lo que el aire
abarca en su remanso,
aún remando sin más barco
que el que ofrecen las olas,
su contagio entre farolas solitarias
y esta tarde está nublado
como para dar un paso más
y hundirse en el charco
consagrado a tus pestañas...
Y yo que estoy soñando desde luego ya
me planto el cardo de todo lo que irradian
esas bocas corrosivas hasta el trance
resultante de su desánimo
al verme aún delante
decidido a lo que sea
que me ponga a salvo.
Por allá nada más que obstáculos,
el crudo páramo
con sus raíces incrustadas
en el corazón de los demás,
y yo en mi caso evitaría marcha atrás
seguir caminando
sobre este asfalto pegajoso,
haría de mi mente el desalojo
inminente antes que explote.