Entonces nos aferramos a lo que nos de un poco de luz
Sin pensar en que tan tenue y corta pueda ser,
Sin pensar que esa llama en cualquier momento el viento la puede apagar,
Y es entonces cuando nos aferramos para escapar,
Para mentirnos a nosotros mismos cuán perdidos estamos
Y en esta parafernalia mental
Me miento,
Agarro tus manos como agua
Y te escapas en el lapso en que pronuncio tu nombre y le sonrío al viento
Y un breve espacio entre el agua que brota de mis ojos y la palabra amor
Recuerdo que eres el invento del sosiego que me ayuda a huir de lo que no quiero aceptar.
Es entonces, y sin más prisa, te hago mío
Le hago el amor a la nostalgia, y sonrío
Porque eres la historia, esa historia que jamás cuento,
Eres el tiempo que no tengo,
Y me marcho, recorriendo esos pasos que hace años he olvidado ya