Te amaba con locura, hasta
me enoje con mí familia, porque
hablaban de ti y tú te negabas.
Tú misma te descubriste,
yo mismo te ví con tú amante,
hoy vienes con tú llanto que quiere
empezar de nuevo, y que todo quede
olvidado mí perdón ya te lo di
desde que te marchaste. Mi vida
es hoy de paz y bendecido por
el Creador, porque no me falta el pan
en la mesa en mi sencillez.