José Ángel Pineda

Sonoridad

Lo liviano de querer,
lo sencillo de aprender,
lo espontáneo de escuchar
lo agradable, lo sonoro
en las cuerdas al vibrar con el viento,
y con los dedos al aire, que percutan
en una lira, en una alegre guitarra, 
en las voces armoniosas, en los versos
como gotas en cascada, con las brisas,
las espumas, las diferentes fragancias,
ceremoniosa, en la medida
perfecta, en la libertad perfecta,
en el eco de la palabra resonante
en los delicados tímpanos, 
en el entorno, en los adentros, 
en lo afuera, sin misterios; es tan bello
conjugar el pensamiento,
tan natural, tan potente
la sensación de entender
el ánimo de conciliarse
uno mismo, con la otra voz,
los demás.