En el laberinto errante de mis pensamientos,se extravían locos sueños, confundidos,cual hojas danzantes en otoño sombrío,un suspiro añorado evoca los momentos.
Como una estrella errante, sin rumbo fijo,brillando solitaria en la vastedad del cielo,así mi corazón en su latir desvelo,sin nadie que detenga el dolor que habito.
Sentimientos vacíos, remolinos de agonía,la nada en su totalidad me abraza sin clemencia,me siento un eco perdido en la distancia,en este mundo efímero, sin luz, sin armonía.
No fue más que un instante, un breve encuentro,una mirada cruzada en el océano del tiempo,un aliento compartido, un verso incompleto,un abrir y cerrar de ojos, sin respiro cierto.
Tu recuerdo, infimo y eterno, en mi alma yace,como rocío en la rosa, nostálgico e implacable,no se va, persiste, un eco inolvidable,se desvanece, dejando en mí un dolor que no se sacia.
Casualidad o destino, así lo siento,como espinas en el alma que me carcomen,un suspiro agónico, angustia que atormenta,tu ausencia se entrelaza con mi ser en sombras.
Pequeños tiempos, instantes compartidos,ahora son recuerdos marchitos en la distancia,nostalgia que se anida en mi corazón herido,y el eco de tu voz se desvanece en la fragancia.