Los pétalos de girasol que acarician el alma, bañados por el brillo del sol de la mañana, enmarcados en un azul infinito con algunos puntos verdes de acacias florecidas.
Una nube blanca danza solitaria mientras un ave canta su lamento de amor, surcando los cielos lejanos en busca de su amado.
En la tarde, un arcoíris decora el ocaso, mientras las gotas de llovizna hacen el amor con la tierra, bajo un cielo gris y aroma de tierra mojada.
La luna plateada aparece para contemplar el último rayo de su amado sol, que se niega a partir y se filtra entre las nubes, para convertiste en mil colores.
Así llega la noche oscura, con la luna solitaria a la que ahuyan los lobos y cantan los búhos, quienes conocen su triste historia de amor.