Pluma de Fuego

Sangre

Los cabellos, podrán ser rubios, castaños, negros, rojos, grises o blancos,

tintes podrás usar, de todos los colores,

o en una selecta gama elegir, azul, verde o violeta,

pero la sangre que irriga sus raíces, sigue siendo  roja.

 

Los ojos podrán ser azules, verdes, grises, marrones o negros,

tonos claros u oscuros, combinados, albinos,  heterocromos,

con ellos vemos los colores, del arcoiris, el azul del cielo,

la negra noche, pero la sangre que ven es roja.

 

La piel, podrá ser blanca, trigueña, roja,  amarilla o negra,

puede estar muy bien cuidada o no, lisa o arrugada,

ponerle crema o aceites y asearla todos los días,

pero cuando te hagas una herida,

la sangre que emanará será roja.

 

Las estrellas pueden ser rojas y el ocaso del sol, de ello es una prueba;

roja como la llama, al igual que la pasión que en mí enciendes,

rojos como tus labios, que me besan intensamente,

labios sedientos de mis besos… que fluyen incesantemente de mí hacia ti;

como la roja lava que va quemando en su recorrido cada borde de tu labios,

pero la sangre que presionas en ellos al besarlos,

es enviada por mi corazón, que palpita solamente por tí y permanece roja.

 

Estrellas rojas revolucionarias de mis sentimientos por ti,

generan un frenesí en mi mente, que no hace otra cosa que…

no sea pensar solo en ti.

Pensamientos rojos, apasionados, intensos,

donde la Voz y el Anillo ondean en la Roja Bandera,

tendida sobre nuestra cama,

territorio sagrado de nuestra social y sensual  unión erótica y frenética.

 

En esos momentos de transición amorosa,

donde la sangre se calienta hasta el punto de ebullición,

por el deseo y la pasión, en ese climax seguirá siendo roja.