A una flor no le preguntes,
si me quiere, no me quiere,
ella no tiene respuesta,
si le tiras de la cresta.
Mírala, te dirá,
observalá, te hablará,
y si calla simplemente,
ella a tí te escuchará.
Rosa, que ya no estás,
no te veo al despertar,
pero sé que con tu fuerza,
yo me ayudo a respirar.
No hay espinas en tu alma,
era solo un antifaz,
ahora que me lo quito,
yo ya no llevo disfraz
Otras que no tienen nombre,
nadie sabe quien serán,
pero yo tuve la suerte,
que las pude contemplar.
Mírala, te dirá,
observala, te hablará,
y si calla simplemente,
amalá, te amará.