GDA

¡AY MARIPOSITA, TU LINDURA!

¡Ay mariposita, tu lindura! No borres de tu memoria
los momentos de dulzor y los gestos de terneza
que pintan una sonrisa a tu alma
-al bañarse en la beldad de las evocaciones-,
olvida siempre los lastres que se suscitaron,
los que inevitables se tornan en el recorrido,
y ama con la apoteosis de una niña,
ama también al ser que te recibe, ámalo mucho,
si acaso de él es donde tu alegría se origina.

Venturoso es el amor tuyo, mariposita de lindura,
venturoso es quien te cautivó en la plenitud del vuelo,
dichoso es el que comparte con gozo tu paraíso,
solamente por la alegría que te ofrece.