SEXTA PARTE
El Reencuentro
Aquí en este alumbrar de sombras
donde yacen los colores diversos de la piel
apareces con tus huesos y guaruras
la suerte está echada y la historia vuelve andar.
El tiempo no cambia
la madurez permanece intacta
vuelven viejos rencores
son los mismos de siglos pasados.
Aunque gritéis
no oirán
sino es música de su agrado
empuñaran sus dientes apara afincarla en la piel.
Es el tiempo que se repite
ya no sabes si es o no es de tu sangre
dominan la idea
maniatan los pensamientos.
Secuestran la noche
afilan puñales de día
embarran de porquería las instituciones
se dicen héroes.
La naturaleza son sus peores enemigos
los muertos no merecen oraciones
sus huesos son armas desparramadas
son los signos de este siglo.
No hay sorpresas
no existen oraciones validas
las cruces se confunden con cualquier esvástica
las oraciones ya no funcionan.
Son los tiempos
otros Cristos con otros discursos
no se sacrifican
no pagan pecados de otros.
La sangre solo es un chorro de color
no importan de donde viene
el gozo es disfrutarla correr
resulta un gran trofeo dibujarse cruces con ella en escudos.
Son los nuevos tiempos
nada terrible hay en ello
las redes lo venden como moda
tu suerte es cruzarte con la jauría.
Las calles son campos de batallas invisibles
los enemigos se defienden
el fuego emana de otros
y los culpables son los quemados.
Es la rara lectura del siglo
es la información de una época
es la inversión de la imprenta
ya nadie sabe leerla verdad.
Es la hora de la verdad trastocada
famélica forma de modernidad
los signos han cambiado
la muerte es el trofeo de los líderes.
Los cambios acechan desde hace rato
los transformados quieren que nada cambie
no ven la justicia
no calculan el tiempo de parar.
Son los signos de este siglo
los templos imploran riqueza
los pobres paz
y los que más tienen más.
Las masas imploran
los virus los detienen
el mundo es encapsulado
la muerte es globalizada.
La historia no tiene fin
pero es el fin de la vida
el nuevo orden se impone
las fronteras son calentadas.
La esperanza se horroriza
la humanidad se mantiene en pie,
resiste los pinchazos
y se entrega a Dios.
El fetiche de los santos se alborota
las redes explotan,
las verdades se tergiversan
el hombre se encomienda.
No es el fin, no es el comienzo
es la época loca indeterminada
es la historia pariendo
locos y aberrados por el dinero.
En esta amortajada vida
todo sigue su camino
los que luchan, se sostienen
y los derrotados como la plaga, se multiplican.
Yo moriré por ti
por tu suprema felicidad
no me traiciones entonces
empuja la patria y no retrocedas más.
Yo caí en una guarimba
es triste recordar
mi asesino anda libre
y yo ando en libertad.
Pero vivo mi muerte
para contarte esta historia
porque llevo en mi gloria
la bandera de la victoria.
Podéis recordarme
aunque no me halláis conocido
como un soldado del pueblo
que jamás en un cuartel ha vivido.
Eso somos todos
soldados de la patria
dando lecciones de humanidad
para calmar la barbarie de la burguesa ansiedad.
No te detengas,
no te canses,
mira adelante,
porque triunfarás.
POEMARIO
LOS SIGNOS DE ESTE SIGLO
Renny Loyo