Insaciable como la ávida marea,
Soy suertudo, furtivo navegante.
Que quiere tramontar tus inquietas olas,
y cabalgarlas a lomos de tu piel fragante.
A un terrible, pie de distancia,
Te siento lejos, como las galaxias.
Quiero elevar la vela de tu ternura,
Encumbrar los cielos, como la luna.
Conquistar todo tu cuerpo,
Desde la cabeza a los pies,
Besando tu campiña divina.
Alcanzando tu divino querer.
Te tomaré de la mano.
Conquistaremos la estrella más hermosa.
Sirio, la estrella del Ruiseñor.
El hado que canta, con su esplendor, al amor.
Allí, nos besaremos...
Y una nueva historia empezaremos.