Cuando volves;
mis ojos que te esperan
amanecen con una lluvia de alegría.
No sé como explicarte ese momento
donde valoro el estar vivo.
Y aún, recuperando el hondo aliento,
tus manos siento,
buscar caminos.
Infatigable sos, y es el amor,
tu don divino,
que muero cada noche en tu interior
para saber
que por vos, vivo.
Te vas en ese espasmo de placer
¡vas a volar!
a otros destinos
y a mi me embarga una emoción
cuando volves,
que al llorar, río