Suenan las notas
de un arpa, en la mañana
junto a las olas.
Es como un sueño
que llega y que te abraza
muy dulcemente.
En el verano
recoges esta imagen
constantemente.
Y es que la edad
transforma los sentidos
y las sonrisas.
Todos guardamos
mil sueños de momentos
sensacionales.
Bajo el azul
celeste de los cielos
está la vida.
Y nuestros ojos
la siguen y disfrutan
día tras día.
Por eso el arpa
hoy llega, con sus notas,
a tus oídos.
Y te enamora
la música celeste
que ella te deja.
Rafael Sánchez Ortega ©
22/07/23