edwin toninho

el silencio de la nada

en su rostro

solía haber un amanecer

ahora, casi no sonríe

no hay besos en sus labios

no hay caricias en sus manos

sus ojos ya no buscan los míos

para conversar

yo le he preguntado

pero ella suele responder

que -no es nada- y así 

entre el silencio de la nada

ella se vuelve inalcanzable para mi

 

la necesidad de estar juntos

se marchita

ausencia y exasperación

crecen en su lugar

casi nunca conversamos y

cuando lo hacemos… discutimos 

nos sentamos a la mesa

como dos extraños

dos océanos que se unen 

pero sus aguas no mezclan

yo le he preguntado

pero ella suele responder

que -no es nada- y así 

entre el silencio de la nada

la distancia que nos separa

crece

 

algo debo encontrar

algo más para intentar

ya sea alga bien o

salga mal

algo

se opondrá a la nada

para mantener

un corazón enamorado

las hojas caerán en otoño

un nuevo color brotará en primavera

no me rendiré ante la nada

al menos

no en silencio