Si ahora te dijera mis verdades y mentiras,
no sabrías reconocer lo que no era cierto.
Me verías de lado orando mientras, suspiras.
Intentarías llevar mis verbos a mejor puerto.
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Siempre olvidas que, cada uno, tiene su vida.
Y lo que para ti, es simpleza, para mí es ley.
No predico mentiras, me sentiría removida.
No piensas, ya que siempre, te crees el rey.
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No desearía que, en todo miraras un reclamo.
Es tiempo de las mentiras y medias verdades.
Quizás tú regreses cuando dejes de ser el amo,
Veo lo justo, no lo falso o exceso de bondades.
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Si hoy alguien me preguntara, oye:¿Tú te amas?
Tendría que responder, sinceramente, a veces sí.
Es que el amor entre dos, tiene muchos dramas.
No me veo perdiendo la testa y en pleno frenesí.
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¡El amor entre dos, solo lo sabe Dios, es la mentira.
Sí miras a los seducidos, sabrás quién, porta la ira!