EL VIEJO DOME
El viejo Dome
por las calles andaba
con su guitarra a cuestas
la ciudad caminaba.
En algunos momentos
sobre un banco se sentaba
allí su guitarra ejecutaba
a la vez que cantaba.
A muchos así alegraba
en un tarrito de café
dinero la gente le colocaba
el hombre feliz cantaba.
El tiempo fue pasando
el humilde viejo Dome
por ninguna parte estaba
más todos lo extrañaban.
Su dirección encontraron
fueron a buscarlo
su guitarra estaba en un rincón
el viejo sentado en un sillón.
Se extrañaba su música
sus momentos de alegría
que siempre compartía
ya la edad lo podía.
Debía quedarse quieto
todos querían al viejo Dome
algunos lo acompañaron
más un día no lo encontraron.
El viejo Dome lección dejó
hacer feliz a los demás
con música, nada más
y una sonrisa que nadie borrará.
Miriam Inés Bocchio
Argentina