Eres perenne lucero
guía eterna de mi vida,
esa senda preferida
el camino que más quiero;
el apoyo más sincero,
la vocecita escondida,
esa chispita encendida
del luminoso sendero;
fuente de sabiduría,
de la magia prodigiosa
de una constante armonía;
eres la divina rosa,
la inmortal melodía
que en mi corazón reposa...