Tengo dos amigas
que a veces me visitan
y casi siempre me reprochan.
A menudo me malcrían,
me sobornan con besos
o me escupen realidades.
Dos amigas que someten mi juicio al suyo,
me desahucian, me condenan
y en ocasiones me absuelven.
Tengo dos amigas invernales.
Justas, inflexibles, puntuales:
Soledad y Memoria.