En la campiña
las flores se despiertan.
Ya sale el sol.
Un nuevo día
con rayos y esperanzas
del astro rey.
Deja colores,
caricias encubiertas
para los hombres.
La vida vuelve
sin prisa, a las ciudades
y a las aldeas.
Marchan los coches
en filas continuadas
para el trabajo.
También los bueyes
ya salen de las cuadras
a los sembrados
Se mueve el mundo
en busca del trabajo
y el día a día.
Hay rostros firmes,
miradas soñolientas,
labios cansados.
Pero este día
se vive y se celebra
como especial.
Hay unas nubes
que avanzan por el cielo
dejando lluvia.
Por eso mismo
los ojos soñolientos
van despertando.
Rafael Sánchez Ortega ©
24/07/23