Vergonzosa mi soberbia
se esconde y se aleja,
el enfado y la ira
se rinden ante la alegría.
Mi ego desnudo se acobarda,
no vive de igual manera,
mi mundo se transforma,
mi mente se nubla, se difuma.
¿Quién soy?, es la pregunta,
que a mi conciencia le da la risa:
“tú eres yo misma, y yo la artesana
de tu alquimia”, es la respuesta.