Kike Alonso

Quince

Quince aromas martillean el fétido nacimiento del día, quince silencios, respiros o arraigos. 

Quince hartazgos en alergias
a distancias encadenadas.
Quince minutos o semanas.
Quince descocertadas. 

Quince, siempre quince. 

Con otro quince a martillo 
para hacer morir el día 
antes de que amanezca.