La pérdida de la tribu
En un libro rancio
yacen las hojas de otoño;
El aroma de los siglos
abriga los ayeres.
La huella de la primavera
desplegó su savia,
como una ola que impacta la piedra
esta vuelve en mil olas, encantada.
Se muere una vez, (yo pensaba)
La tribu llega sin ellos,
no los reconozco
Pesco mi libro, mis recuerdos
mi poesia, mi nave blanca
y marchamos hacia un valle
de voces apagadas;
Mi soledad habitada y yo
andamos en manada.
Ayeres
Derechos Reservados