Recién me he dado cuenta lo torpe que yo he sido
Jamás debí de hablarte de arte, cultura, vino y libros
Ni de ese amor fuerte, sincero, y sobre todo límpido,
No debí ser paciente y mostrarte mis febriles delirios.
No era yo es obvio, la persona que en tu vida ansiabas
Querías a alguien simple, que de libros y poesía no hablara
Que fuera al grano, y de tu cuerpo los favores reclamará
Lo sé yo fui paciente, y eso no era lo que tu necesitabas.
Hoy has regresado a tu medio y yo me quedo en la nada
Lamentando ser yo el hombre, pero no de tu almohada
Te deseo suerte en tu vida amorosa, y que vivas orgullosa
Ya encontraras a quien te de una vida, como la de una diosa.