Agradezco muy emocionado el gesto sorpresivo de mis churumbeles por el hermoso obsequio.
El trabajo realizado bajo su iniciativa es muestra que desean hacerme, de lo mucho que han progresado en materia de aprecio a las letras y por supuesto, la elaboración de audios, no hay más qué decir de sus competencias adquiridas en cuanto a lírica y dominio de las TIC´s.
No querían que lo compartiera, querían dar la exclusiva el próximo viernes, les dije que era hoy que debían dar a conocer su trabajo…
Sin ánimo de vanagloriarme…
Por fin accedieron a que publicara este gran trabajo realizado en sinergia.
“Lecciones de un abuelo soñador.”
No le hablen de chiquillos
queriendo tomarle el pelo,
nos estima luz y bombillos
con sueños en alto vuelo.
No le hablen de churumbeles
somos su sueño y anhelo,
por los más dignos papeles
y nos forma con mucho celo.
No le hablen de los peques
sin hablar del mismo cielo,
somos el blanco cheque
de Dios por hijos modelos.
No le hablen de chavales
de la pesca sin anzuelos,
en la vida no todo vale
no valen falsos señuelos.
No le hablen de gamines
sin ponerse los espejuelos,
para él somos sus delfines
y pequeñas aves en revuelo.
No le hablen de mocosos
de morochos, ni gemelos,
sufriendo maltrato y acoso
es casi el luto o el duelo.
No le hablen de candidez
a nuestro guía y pañuelo,
en lugar de darnos el pez
nos ayuda hacer buñuelos.
No le hablen de chamacos
en un mundo paralelo,
sus mimos son arrumacos
de agua viva en arroyuelos.
No le hable de un zagal
recordándole al pilluelo,
que en aquel árbol frutal
para el nido fue un flagelo.
No le hablen de los rorros
de un futuro en terciopelo,
que no se trata de ahorro
la roñería es duro hielo.
No le hablen de los chamos
de nuestro país Venezuela,
Él que es bujía y dinamo
haciendo grande su escuela.
No le hablen de los niños
y menos si son de su suelo,
son su ocupación con cariño
con juguetes y caramelos.
No le hablen de los juegos
ni de ideas en cabrillas,
lo lúdico es un ruego
del profesor Hermes Varillas.
No le hablen de los chavos
de la humildad con humor,
que no se trata de centavos
el educar con mucho amor.
No le hablen de los críos,
a mi abuelo ¡Pura Vida!,
sus molestos ronquidos
son historia consabida.
No le hablen de inocencia
a mi gran soñador abuelo,
su ronquido con insistencia
causa de insomnio y desvelo.
De “El Arco Iris De Los Niños” para nuestro preocupado coordinador. Hermes Varillas Labrador.