Torva Crudeza que
en Cadencias Mudas
Sigue Remando,
En las Profundas Lagunas Oscuras
del Pecado Ignorado
que Cometí
Y al Rigor de los Altares
que Desde la Infancia
Me Enseñaron los Antiguos Escritos de mi Padre...
Virgilio, Sócrates
Heráclito
El Dante...
Vuelva Ya! a Mí
Esos Tiempos Felices!
Que la Magnánima Filosofía del Perdón
Me Acune en sus Brazos...
No me Huyas,
Acercate a mí,
Muero Sin Luces,
Gélidas Telarañas me Enredan...
Es un Grito Ahogado
que Fenece entre Crudas Cenizas
que me Apuñalan Inmoladas
en el Revés de una Almohada...
En Ira y Venganza Acuso
A esos dioses que no me han Regalado
Ni una Mirada...
Seré Némesis, la Artera
Ahogada de Sangre.
Oh! Dios Perdido,
Aún Resuena Lejana y Lerda
Tu Huella Infinita...
(Mientras el Alba Llora e Ilumina Fugaz
Despojos en Desiertos y Desgarros...
De lo que Alguna Vez fui...
Y Ya No más..
No queda Nada)...
(Patricia)