El silencio te sosiega
y da paz espiritual;
otras veces desespera,
si este oculta la verdad.
El silencio te alimenta,
si tú quieres meditar;
otras veces te doblega,
si golpea tu moral.
El silencio es más valioso,
si tu verbo es un puñal
que lo clavas más por dolo,
por venganza, o por maldad.
¿Para qué sirve el silencio?
¡Ah…! Valore su intención.
¿Es para vivir huyendo,
o dar paso al Superyó?