Wilson Delgado

Sabes que soy un demonio

Sabes que soy un demonio 

¿Para qué me tientas?

¿Qué quieres de mí?

¿Liberación de tu cielo?

o más bien...,

buscar un culpable

de las cadenas que llevas, 

esas qué aprisionan

tu mente con grilletes. 

Piénsalo muy bien, 

porque cuando entres

ya no podrás salir del averno

que yo te ofrezco, 

ese que descubrirás

siendo tú mismo

tu propia voz,

que ha callado

por tanto tiempo. 

Simplemente te quito la telaraña

a todos esos pensamientos

que un día fueron obscenos para ti

y que hoy serán..., 

miel en tu paladar, 

sin más culpas, 

para ser otro,

no el qué yo moldee

¡No!, el qué realmente eres

y lo tenías escondido

bajo el pantalón, 

sin saber ni siquiera

como soltar un gemido

y menos un grito de placer. 

pero eso será pasado

entre mis manos,

entre mis besos, en mis caricias, 

en mi cuerpo, en mi aliento

y en mis pensamientos:

esas harán desgarrar tu garganta

expulsando ese gemido agudo y lascivo, 

que pide a gritos por más 

Para luego ya ser..., 

un dominante que va por la vida, 

buscando a su presa

para recrear su morbo con ella. 

Yo simplemente soy la puerta

del mundo que no te atrevías a entrar, 

por tener una conciencia

acorde a una sociedad moralista. 

 

Ya no, ya te liberarás

de tus propios prejuicios

para alzar las alas y volar 

volar entre el cielo y el infierno

de una imaginación

que te hará temblar

al sentir...,

un solo mordisco en tu piel.