El hastío de este vivir
que me toca ...
Veo en mi juventud a la niñez perdida,
la dormidez de no conectar
con quien tienes delante.
Perdidos en personajes
del pensamiento.
Me ahogan tus silencios,
mientras abusas de darte reconocimiento.
Me alegro mucho por tu vida,
pero aquí existe un alma con sueños
que creció contigo....
Nadie sabe la cárcel que aguanté.
Los demonios de mi cabeza mermaban
toda concentración,
todo talento...
La admiración por lo vivo
la intuía,
mas mi ego la encarcelaba.
El ser pedía anhelo
tras los barrotes
a aquel astro gigante,
ese que le hacía compañía en sus noches .
Me costaba dar forma a la vida,
agarrado a los miedos,
viciado en la droga.
Sordo de lamento,
de pedir ayuda...
Resbalaba por ese parque asalvajado
y veía el reflejo de las luces
del estanque.
Solitario, fundido en la soledad
de la gran ciudad.
El miedo robó años de juventud.
Un día todo cambia,
me revelé
y quise escribir un nuevo principio
para poder decir:
\"lo siento...\"
\"Siento la vibra de la vida,
mi momento\".
Ahora el don aflora,
aunque un pequeño tropiezo
me lleva a escribir este texto.
Es mi alma sanando con su oración,
por supuesto.
No hay final,
lo apuesto.
Sin miedo a la muerte.
Aunque creo que aún la temo...