Clávame dos cuchillos
en los ojos, para que esta noche
no duerma. Que está la luna
muy alta, buscando la nieve
eterna. Clávame entre las cejas,
el perfil de tu navaja oxidada,
para que esta noche no busque
tus brazos sobre la arena.
Y que duerman entonces
los cuerpos y las almas por separado,
ahora que en ningún espacio
se encuentran.
Clávame dos cuchillos,
para que esta noche no duerma,
que está la luna muy alta
perforando las nubes y las mareas.
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