EL VIOLINISTA ANCASHINO
Es de estatura baja, pero gran músico,
Un magistral concertista del violín,
Que ejecuta el arco, con gran maestría,
Acariciando, la caja de madera caoba.
Cuatro cuerdas, que dan vida musical,
Va rasgándola, con sus dedos inquietos,
Produciendo arpegios, de un alma sensible,
Para el deleite divino, de la gente culta.
Suena a lo lejos, las bellas melodías,
De caricias, bemoles y sueños felices,
Sonidos de un fox incaico y vals andino,
Alegrando las fibras íntimas del corazón.
A pesar de las incertidumbres, del día,
Se alegra, con el tocar de su violín,
Viajando su música, por el mundo cósmico,
Sensible músico, que lanza notas al viento.
Levanta los ánimos, con el susurro musical,
Alegra el ambiente, con el vaivén de su arco,
Lleva mensajes musicales, de vida y amor,
Sinfonías, que bailan en el pentagrama.
Autor JUSTO PONTE CRUZ
Extraido de su libro poemario MISCELANEAS PERUANAS.