Correr
y llegar tarde.
Vivir sin aliento,
esclavo de un pensamiento suicida.
Estar siempre dispuesto,
pero sin tiempo para los tuyos.
Jugar con la salud
a perder la partida.
Intentar quedar bien
con quienes solo buscan su interes.
Reflexionar
rodeado de ruidos
y con el corazon en un puño.
Olvidarte que eres el capitan
y pasar por pinche.
Creerse omnipresente
sin moverse del sitio.
Apresado
por demasiados planes.
Razonar
con poca cordura.