La vida no es el camino
que resta por superar,
la vida es esa vereda
que ya hemos dejado atrás,
un sendero salpicado
de flores y de cizañas,
de zarzas y de frutales,
de amores y desengaños,
de gozos y de dolores
de vergeles y de eriales,
de oasis y de desiertos
de calmas y tempestades
porque el camino que resta
será la continuación
del vía crucis que un día
el destino nos marcó.
Los errores cometidos
no se pueden enmendar
pero podemos cuidarnos,
no volver a tropezar
en los mismos socavones
que ya dejamos atrás
y mirar hacia el futuro
con la lección aprendida,
con el corazón abierto
al amor y a la amistad,
con la verdad por delante
y con ganas de luchar
y nunca dar por perdida
la esperanza ni la fe
en un mañana más justo
donde volver a nacer,
el futuro no está escrito
pero hay que saber leer
los renglones retorcidos
que nos hacen aprender
como si fueran verdades
¡no los vayas a creer!
mira adelante y camina
¡hay tanto por recorrer!
no te pierdas por atajos
haz caso a tu corazón
llora, canta, vive ama
que no hay más dios que el amor.