Al Duborg

Como el mar azul...

 

Desde el azul que emerge del mar,

de ese azul que se confunde

en lo profundo del cielo.

Horizonte majestuoso convertido

en sortilegio, hipnotizador

de mis placeres, secuestrador

de sueños...

Imagen de seda que me envuelve

sin miedos.

Hechicero mar parpadeante,

marea gigante que me conduce

a tu boca... Se deslizan mis ojos

en tu sonrisa, deseo embadurnarme

en tu almíbar, dormirme entre caricias...

Mirándote y despertar nuevamente

escribiendo el sortilegio.

 

El mar se abre en señales pidiendo

mis besos y mis ojos me piden

que escriba más y más de esos

cálidos versos...

Para seguir contemplando

tu mirada.