Con tu celeste mirada,
has llegado a mi corazón,
sin ti yo no valgo nada,
contigo valdré un montón.
Con el mar azul de tu mirada,
navegaré hacia tu corazón,
orientado por tu hermosa sonrisa perlada,
y mi amor como carta de navegación.
Sin importar cuanto de mi estes lejos,
pondré rumbo norte a la brújula de mi corazón,
sin perder de vista tu beldad con mis catalejos,
no te perderé ni aunque naufrague por un tifón.
Observaré tu vela blanca, bajo la luz de las estrellas;
mientras en el piélago flotan nuestros sueños e ilusiones,
que esperan la unión de nuestros labios y corazones,
produciendo en tierra en cada unión; centellas...