Antes de que el sueño tejiera la noche,
y antes de que el tiempo acunara el día,
el mar y el cielo ya eran, siempre sol y sal,
Los pilares de la tierra, en su abismo
se haya el cofre, el resplandor de una vida.
Siento el agua y el fuego, la tierra
y el éter, la fuerza del amor.
Es la existencia, la naturaleza,
pensamientos, palabras y emociones,
acontecemientos e intenciones,
pasado, presente y futuro,
la fuente de la vida.