Huyamos,
si…
huyamos los dos de los días de atrás,
de aquellos alargados espacios de silencio…
que nos ataban a la soledad.
Abandonemos los viejos episodios de tristeza…
y dejemos la estéril rutina en el ayer.
Escapemos de ese laberinto de nostalgias…
y de los momentos sumisos a la incertidumbre …
que nos robaban disimuladas lágrimas, de cuando en vez.
No nos dejemos convencer de la melancolía,
atravesemos la apatía de la amargura… y huyamos los dos de ahí.
Emigremos a la claridad de un nuevo comienzo,
y suspirémonos…mirándonos en las noches de luna,
vivámonos…en cada tarde de sol,
y en cada beso… hagámonos eternidad.
Marchémonos juntos… lejos de la realidad,
quizá, a un planeta de delirios…
donde podamos volar más allá de lo eterno,
detrás de los crepúsculos de lo inmortal,
para apoderarnos de ese radiante amanecer.
Construyamos fantasías multicolor.
Olvidemos los oscuros rumbos de la decepción.
Ilumina tú, con esa mirada febril…nuestro viaje a la ilusión…
y volvamos a soñar que aún podemos sonreír.
Vayámonos al mar de sílices dorados y corales de cristal,
donde podamos caminar…tomados de la mano,
arrullados por la brisa otoñal.
Vayámonos a la montaña…
donde espera nuestra cabaña…
con su hoguera prendida…
y el vino listo para servir.
Huyamos…
si,
tú y yo…y nadie más,
no tengas miedo…ven conmigo,
prometo hacerte feliz.
Promesa de amor.