Ya sale el sol
y empieza un nuevo día
en la mañana.
Vuelve la vida
y en ella, la esperanza,
brota de nuevo.
Es en las olas
que llegan a la playa
con las resacas.
Es en las aves
que vuelven con sus cantos
a los jardines.
Es en los niños
que apartan sus legañas
y desayunan.
Es en las madres
que miran por los ojos
de sus entrañas.
Es en la brisa
que surge y amanece
tras el nordeste.
Y así, en la vida,
recobran movimiento
sus personajes.
Somos actores
del mundo y de la vida
que nos rodea.
A este teatro
nosotros asistimos
sin darnos cuenta.
Rafael Sánchez Ortega ©
27/07/23