La dama
Conviertes a una dama en fiera
la gran señora en fuego de día
o de noche entras sin avisar
y enciendes pasiones desenfrenadas
en aromas delicados, entre sábanas
de colores humedad de tus amores ...
Arrancando la ropa besas arrebatas caricias empapadas , sangre hierve y por los poros despido sudores escurriendo como lava sin piedad cuerpos deslizantes de buenos amantes entrelazados comiéndose todo...
Piel convertida en desastre, de volcanes palpitantes latentes rebosantes buscando destino boca que encuentra ataca y remata manjares que fluyen con cálida fortuna de aquellos infortunios placeres reprimidos gemídos apagados de manos que juzgan y no dan placeres.
Llegas las haces enloquecer gritar gemidos más ..aullidos consentidos contorsiones permitidas y las pasadas pesadillas navegando en el olvido latidos que se envuelve en el éxtasis Celestial único momento que la mente comulga con lo eterno en convenio emocional.
Llega el suspiro un te quiero adormecido un te amo debilitado amado con los ojos de verdad ...
Y en la dama la cordura ,se levanta apresurada entre sábanas enrolladas gotas de agua jabón perfumado y entre mucha seguridad y seriedad con su volcán apagado dice un te amo con soltura dispensando su ansiedad...
Abigail Morataya
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