Este cuerpo que ahora ves
será puesto mañana en tierra:
donde todo sueño se esfuma
y toda memoria se quema...
Mas estoy dispuesto a quemarme
como la hojarasca en tu hoguera;
¡ven y cobijame en tus brazos
entre la llama y la humareda!
El mañana es sólo ilusión,
mas el hoy, presto nos espera
con sus matices alborados
y un corazón que no me deja,
de latir entre espalda y pecho
al recordar tu piel de perlas
que no olvidarán ya mis manos
después de la primera entrega
bajo aquella menguante Luna,
la cual te celó al verte llena
irradiando rayos de plata
con tu mirar a mi alma inquieta,
desbaratada y sin caricias
como una flor entre malezas.
Gracias por salvarla mi Mosa:
diosa de todas mis quimeras.
Ahora es mi alma la que ves
entre estas letras que te versa
buscando ganarle al olvido
y elevarse hacia altas esferas.
W.M®