Época de primavera, las flores florecen,
los pájaros con un armonioso canto ofrecen,
con la brisa del parque, dos almas aparecen,
eventualmente, las dos miradas se juntaron,
en ese efímero instante, una chispa crearon.
En sus citas, iluminaban todo a su paso,
compartiendo momentos de triunfo y de fracaso,
juntos podían convertir momentos tan fríos
a instantes que irradia un alto exceso de calor,
semejante a una antorcha, el fuego del amor.
Su unión fue tan fugaz, como ráfagas de viento,
juntos, brotar y desarrollar sus sentimientos,
forjando un lazo duro y radiante, cual diamante,
dos almas distintas, destinadas a juntarse,
destinados a forjar un futuro brillante.