RENNY LOYO

SEDUCCION

¿De qué quiere usted hablar conmigo, señora?

¿Por qué insiste en esta conversación?

¿Por qué ese tema del amor?

¿Habiendo tantos temas actuales, insiste sobre ello?

¿No se da cuenta que el mundo se destruye así mismo?

¿Dónde está el amor en la guerra?

¿Dónde está el amor en los golpes de estado?

¿Dónde está el amor en esa falsa percepción de la humanidad?

¿Y usted me quiere hablar de amor?

¿Por qué insiste con esa mirada penetrante, como si me rogara que la escuchara?

¿Por qué la comisura de sus labios me resulta tan desconcertante?

Señora, ¿Sabe usted que emana un no sé qué, que me tiene preocupado?

Señora, sus cabellos grises, lisos, con mechones que tapan sus frentes, me estremecen.

Señora, la música de sus palabras me adormecen y penetran mis fibras generando cierta incomodidad.

Señora, ¿Insiste usted sobre el amor?

¿Está bien, que le mire directamente a sus ojos?

¿Está bien, que por mi mente corra una malévola intensión de besarle?

¿Está bien, que mis suspiros me los trague antes de confesarle lo que me pasa?

¿Esta bien, que le informe que estoy en guerra conmigo mismo?

¿Insiste usted sobre el amor, señora?

¿Puedo confesarle algo?

Usted, me desespera.

Me perturba.

Me inquieta.

¡Ahora se, usted no quiere hablar del amor!

¡Usted, me está enamorando!