Por ropaje
llevas del revés
al viento,
pliegue original
de la nada,
donde sanar del abandono
de la intuición
y el perdón otorgado.
Donde La eternidad se ofrece contagiosa,
y disfraza sus huesos ausentes
con la lluvia encarnada
de ninguna estación,
sobre la oscuridad prohibida
de la belleza,
que invoca
todo el silencio de la muerte
para su logro.