Tu amor perdido es hoy mi sentencia
entre las manos que me sujetan en la oscuridad;
pertenecer a ti como la noche a las estrellas
como las golondrinas que pertenecen al mar.
Me llegas como una paloma mensajera
y tu mensaje es ostracismo aquí en mi soledad;
como un enigma vas empujando a mis miserias
y los murmullos de tu voz los oigo al pasar.
Te siento en mí con el peso de mil cadenas
con el frío que transmite el acerado metal,
vuelvo a ti con la necesidad de aquel que regresa
de enfrentarse a solas con su propia realidad.
Necesito borrarte como a una palabra de un poema
que ya no seas en mí una lejana señal,
señal con que arbitrariamente me llegas
quizás porque yo aún no te he dejado de amar...