José Luis Barrientos León

Dichoso (A mis hermanos del colegio vocacional 1978)

 

Llegaron a mi vida en silencio,

como atrapando las nubes,

con la sutileza del ángel,

que espanta los temores,

llegaron con algarabía,

y la rebeldía de la juventud,

que conquista lo recóndito,

lo oculto en los sueños,

en los latidos sublevados,

indómitos ante la vida que espera.

 

Llegaron a mi vida en total disimulo,

como espíritu celeste que vence los miedos,

con la generosidad en sus manos,

y el desprendimiento incondicional,

 que aceptó mis errores,

llegaron con júbilo,

con la gentileza de quien habla de amor,

y te arrulla el alma.

 

Llegaron a mi vida como el colibrí,

con su energía y su gracia,

dejando volar los anhelos,

corrigiendo las imperfecciones,

permitiendo nuestra libertad,

en un abrazo de hermanos,

 que doblega el tiempo,

y que al mirar las canas

rebrotamos de nuevo.