Pueden amar mi personalidad,
pero es la misma que los puede alejar;
soy un monstruo, soy un ángel tierno
puedo mezclar...
un cielo y un infierno,
puedo ser malo, como también puedo ser bueno.
Luego me definirán,
según sus recuerdos;
aunque en paz siempre va mi balsa,
al que ya no está, de ellos no se habla
sería como hablar por las espaldas.
Cada cuál exige su camino,
sin rencores,
cada uno construye su destino
y sin hablar de merecimientos,
el tiempo es corrector,
dirige a su manera las vías, los cómo y los vientos alrededor.