Fueron suficientes un par de días para que el corazón se sintiera feliz, para mí era un sueño inalcanzable tener de nuevo el privilegio de escuchar tu voz, de leerte, y con mucha suerte el verte.
Pocas fueron tus palabras, pero fueron la llave que permitieron que mi tristeza saliera del pecho, expulsadas por mi triste voz pero cargadas en las letras que escribí.
No sabía tu reacción, pero ahora sabía de tu amor, aunque muchas veces lo dudé, ese caparazón que pusiste dejó entrever una pequeña luz, una esperanza, un sueño. Y corrí con todas mis fuerzas, y demostré con temor mis sentimientos, mi cerebro me decía no lo digas, no lo hagas; pero el corazón me decía inténtalo, no lo guardes puede ser hoy....
Mis ilusiones que habían estado dormidas, calladas, escondidas, despertaron y se enfrentaron... Hicieron a un lado el miedo y se arriesgaron.... Despertaron y se levantaron y poco a poco se alimentan de ti... Que cuánto va a durar, me lo preguntó a cada instante pero la misma razón ya me ha dicho que hoy es el momento, que hoy cuenta, que hoy suma, que hoy entrega, que hoy se es feliZ.
Mis ilusiones despertaron y estoy dispuesta a mantenerlas así porque esa gotita de esperanza es la que me da una nueva alegría, y una nueva razón para escoger ser feliz.