El amar no es efluvio hormonal
de torrente efusivo
incontrolable desvarío
de ardiente lava pasional;
el amar no es invasivo.
En la piel no es el amar;
es el profundo misterio
del portentoso hemisferio
de la estrella cerebral;
El amar es de lo profundo
no es catarsis superficial
es el cielo fertil y fecundo
es elixir senil subliminal.
El amar es ausencia de amor
en los últimos atardeceres
que se pierden bríos y poderes
dónde no hay celos ni dolor.