Los días suman , los años cuentan,
la vida pasa, la juventud se acaba,
se doblan las lozanías y
el otoñal respiro se va agotando
el gélido invierno nos va encorvando.
Mirar para atrás no sirve ,
pues así no visualizamos
todas aquellas piedras
con las que tropezamos
en nuestro andar peregrino.
Buscar en el pasado abruma.
Nostalgia, desengaño melancolía
en el eslabón de antaño
desequilibran la armonía
y la ilusión se esfuma.
El porvenir es dudoso, es incierto .
Hacer planes en el camino
entre sueños y quimeras
es caer en total desacierto
con el quehacer Divino.
Rendirse al presente es la mejor
opción, vivirlo a plenitud ,
entre lágrimas y alegría las
Veinticuatro horas al día .
No hay mejor decisión
que iluminar con el sol Y
seguir soñando con la luna
agradeciendo con unción
el sortilegio de seguir vivo.