Dime donde quedó ese lenguaje del tacto
Que silenciosamente murmurábamos con las yemas de los dedos.
Dime donde quedó ese lenguaje secreto que pronunciábamos al cruzar nuestras miradas.
Dime donde quedó ese lenguaje cifrado que veladamente pronunciábamos mezclado en un mar de palabras
Dime donde quedó el lenguaje profano que hacía estremecer nuestros cuerpos detrás del deseo.
Dime donde quedó ese lenguaje sagrado que solo tú y yo conocemos.
Dime…solo dime. Porque yo sin ti, no lo encuentro.
LHS